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TOS DE LAS PERRERAS

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Prevención y tratamiento de la tos de las perreras

La tos de las perreras, también conocida como traquebronquitis infecciosa canina (TBI), es una enfermedad de aparición aguda, localizada en las vías aéreas y producida por varios agentes infecciosos entre los que destacan: la Bordetella bronchiseptica, el adenovirus canino tipo 2 y el virus de la parainfluenza.

La tos de las perreras es altamente contagiosa y se transmite principalmente a través de:

  • Contacto directo: Al olfatear, lamer o jugar con otro perro infectado.
  • A través del aire: Cuando un perro enfermo tose o estornuda, las partículas virales o bacterianas se dispersan en el aire y pueden ser inhaladas por otros perros.
  • Objetos contaminados: Los virus y bacterias pueden permanecer en objetos como juguetes, comederos o bebederos que hayan sido utilizados por un perro infectado.

Factores que favorecen el contagio

Estrés: El estrés puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar la susceptibilidad a enfermedades.

Espacios cerrados y hacinados: Las perreras, guarderías caninas y exposiciones son lugares donde el contagio es más frecuente debido a la alta densidad de perros.

Sistema inmunológico debilitado: Los perros con sistemas inmunológicos comprometidos por otras enfermedades o tratamientos son más susceptibles a la infección.

Aunque la tos es el síntoma más característico, existen otros signos que pueden alertarte sobre esta afección.

Los síntomas más comunes incluyen:

  • Tos seca y persistente: Es el signo más evidente. La tos suele ser fuerte y puede sonar como si el perro estuviera tratando de expulsar algo de su garganta.
  • Arcadas: Después de un episodio de tos, el perro puede hacer movimientos como si estuviera tratando de vomitar.
  • Secreciones nasales: Pueden aparecer mocos nasales claros o blanquecinos.
  • Ojos llorosos: Los ojos pueden estar enrojecidos y lagrimar más de lo normal.
  • Fiebre: En algunos casos, el perro puede tener fiebre.
  • Pérdida de apetito: La tos y otros síntomas pueden hacer que el perro pierda las ganas de comer.
  • Letargo: El perro puede estar más cansado y menos activo de lo habitual.

Es importante destacar que:

No todos los perros presentarán todos los síntomas.

La tos puede empeorar con el ejercicio o la excitación.

La tos puede ser seca al principio y volverse más productiva con el tiempo.

El tratamiento de la tos de las perreras dependerá de la causa subyacente y de la gravedad de los síntomas. Un veterinario podrá realizar un diagnóstico preciso y recomendar el tratamiento más adecuado para tu mascota.

¿Cuándo debo llevar a mi perro al veterinario?

Debes acudir al veterinario si notas que tu perro presenta alguno de los siguientes síntomas:

  • Tos persistente: Si la tos dura más de unos pocos días.
  • Tos intensa: Si la tos dificulta la respiración o parece ser muy dolorosa.
  • Otros síntomas: Fiebre, pérdida de apetito, letargo, dificultad para respirar, secreciones nasales excesivas.
  • Si tu perro pertenece a un grupo de riesgo: Cachorros, perros ancianos o con sistemas inmunológicos debilitados.

Tratamiento común

El tratamiento suele incluir:

  • Antibióticos: Si la causa es bacteriana, se recetarán antibióticos para combatir la infección.
  • Antitusígenos: Estos medicamentos ayudan a reducir la tos y aliviar la irritación en las vías respiratorias.
  • Antiinflamatorios: Si hay inflamación, se pueden administrar corticosteroides para reducirla.
  • Reposo: Es importante que el perro descanse y evite el estrés.
  • Humedad: Un humidificador en la habitación puede ayudar a aliviar la irritación de las vías respiratorias.
  • Aislamiento: Si tienes otros perros, es recomendable aislar al perro enfermo para evitar el contagio.

En algunos casos, el veterinario puede recomendar otros tratamientos, como:

Suplementos inmunológicos: Para fortalecer el sistema inmunológico.

Nebulizaciones: Para ayudar a humedecer las vías respiratorias y facilitar la expulsión de las secreciones.

Broncodilatadores: Si hay broncoespasmo.

Vacunación

La vacuna contra la bordetella: Es la medida más efectiva para prevenir esta enfermedad.

Higiene

Limpieza regular: Mantén limpios los juguetes, comederos y bebederos de tu perro.

Evitar el contacto con perros enfermos

Aislamiento: Si tienes un perro enfermo, aíslalo de otros animales para evitar el contagio.

Evitar zonas de riesgo: Evita llevar a tu perro a lugares donde haya muchos perros y exista un alto riesgo de contagio, como perreras o parques donde se reúnan muchos perros sin control.

Reducir el estrés

Ambiente tranquilo: Proporciona a tu perro un ambiente tranquilo y seguro para reducir el estrés, ya que el estrés puede debilitar el sistema inmunológico.

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Los clientes dicen

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Recuerda

La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para prevenir complicaciones y acelerar la recuperación de tu mascota.

La tos de las perreras es una enfermedad altamente contagiosa, por lo que es fundamental seguir las indicaciones del veterinario y tomar todas las precauciones necesarias para evitar la propagación de la enfermedad.